El estrés y el estilo de
vida acelerado, no nos permite darnos cuenta de la vida que está ocurriendo al
frente de nosotros en este preciso momento, es fácil encontrar el deseo de
ser diferente o ser alguien mejor o
distinto, pensamientos que ocurren con frecuencia y el hecho de permitimos
estar con quienes somos y dejar que la verdadera esencia de cada uno se exprese
tal y como es, sin tanto agite, sin tantas nubes de
pensamiento, nos brinda una cercanía a nosotros, a apreciar lo que ya tenemos.
Al respirar y solo observar, empiezas a notar lo que
ya existe. Prestas atención a lo que ya sientes, tristeza. Aburrimiento.
Felicidad. Alegría. Hambre. Al tomar
conciencia (la capacidad para saber lo que estas sintiendo) y estar presente
(la capacidad de vivir un sentimiento a la vez que lo sientes y lo dejas
estar), puedes estar con aquello que crees que te puede hacer daño sin que eso
suceda.
Para aclarar la idea de cómo
funciona nuestra mente, la escritora Catherine Ingram cuenta en su libro
Presencia apasionada sobre una amiga
suya que le dice:
-Imagina que estas rodeada
de mil tigres hambrientos, ¿qué harías?.
-Vaya no se qué haría, ¿qué
harías tú?. Pregunto Catherine.
-¡Dejar de imaginar!
–respondió su amiga.
La mayoría de nosotros
estamos tan fascinados con los temibles tigres de nuestras mentes –nuestras
historias de miedo, sufrimiento, angustia,
etc.- que no nos damos cuenta de que pertenecen al pasado. Y creo que
este es el punto, estamos presentes en
el momento en que dejamos de alimentar los tigres. No es una idea extravagante
o un concepto complejo que se encuentra en algún lugar en el futuro, si sólo podemos encontrar la manera de llegar
allí. En su lugar es la experiencia
directa de la vida, como es el caso, en
este momento a través de meditación a través de ser consciente. Libre de
juicio, con la claridad que la vida se vive "como
es" y ahora.
Esto es lo que significa estar
´presente, cuando estamos en contacto
con ese lugar dentro de nosotros mismos, cuando podemos empezar a aplicar esta
cualidad de la conciencia de todos los aspectos de nuestras vidas -
especialmente nuestras relaciones con los demás (ya sea personal o profesional),
el mundo comienza a ser muy diferente . Hay una sensación de satisfacción
subyacente y confianza inquebrantable que nos permite ser feliz y comprometido
en lo que estamos haciendo.
El futuro nace del presente,
por lo que es hasta el presente que tenemos que mirar primero. Por supuesto, es bueno tener sueños y para
planificar el futuro, pero si podemos centrarnos en el momento.
Y ahora qué esperas para estar
contigo, respirar y prestar atención a tu respiración por tres minutos a
diario… ahora, en este instante.
Miriam Guzmán Martínez
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