martes, 4 de febrero de 2014

CULTIVANDO LA RESILIENCIA.



La resiliencia, según wikipedia  es la capacidad de afrontar la adversidad saliendo fortalecido y alcanzando un estado de excelencia profesional y personal. Desde la Neurociencia se considera que las personas más resilientes tienen mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, soportando mejor la presión. Esto les permite una sensación de control frente a los acontecimientos y mayor capacidad para afrontar retos (Instituto Español de Resiliencia)
Al decir que una persona es resiliente, no significa que no se sienta estresado o este desvinculado de sus sensaciones de angustia, tristeza, frustración o malestar que puedan causar desequilibrio. Se refiere  a la capacidad del individuo de sobreponerse a los contratiempos, teniendo la fortaleza, el coraje y la receptividad necesarias para asumir los retos que se le presentan.
La práctica de mindfulness es una opción que nos permite desarrollar y fortalecer la resiliencia,  basada en la atención a la respiración, al cuerpo y a los sentidos, nos acerca a nosotros, a nuestra conciencia, a nuestras respuestas, a nuestro mundo y se refiere a vivir desde este espacio, nos abre la posibilidad de elegir desde la congruencia y responder sin necesidad de agregar tensiones al día a día y sobretodo nos permite ponernos en el lugar de los otros.  El mindfulness nos permite reconocer que los momentos de tensión nunca van a desaparecer de nuestra vida y que lo que está a nuestro alcance es aprender a cambiar la forma como tratamos estas tensiones para que su impacto en nuestro bienestar sea minimizado o anulado.
No puedo escribir acerca de otra cosa, cuando un día planeado y organizado, lo vivo completamente al revés, porque el trafico está bloqueado y simplemente no puedo pasar a realizar lo pensado. Una ventaja de decidir asumir la vida, es que ya mis excusas de victimas, no me funcionan, tal vez quejarme, culpar a otros o usar los “y si”…  vienen  a mi cabeza y los uso por unos minutos, ya no son eficaces para justificar… solo reconociendo mi malestar, me pregunto de  este inconveniente ¿cómo puede ser utilizado a favor?.¿Qué tengo pendiente?, que estar en un lugar en un preciso momento pueda hacer, sin quejarme, s para continuar con flexibilidad y fortaleza, por hoy elegí terminar los escritos, claro, este es uno,  seleccionar las imágenes, responder los e mails que tengo pendiente y hacer las llamadas telefónicas que duran más de diez minutos y todas son acciones que he postergado. Así entre una cosa y otra, deje de quejarme, actualice mi lista de pendientes y agradecí el tiempo que sin considerar, requería para cerrar temas.
¿Qué sucede cuando cultivamos el mindfulness en nuestro día a día?
1. Aprendemos a concentrar nuestra atención en el momento presente de nuestra experiencia lo que nos ayuda a parar el construir historias del futuro o querer cambiar el pasado.
2. Cultivamos el no involucrarnos en juicio ante lo sucedido.
3. Fomentamos nuestra capacidad de abrazar la vida con todos los momentos buenos y menos buenos.
El siguiente ejercicio, es muy bueno para momentos de tensión y malestar:
Detenga lo que hace, siéntese erguido y preste  atención a su respiración – a la inspiración y a la exhalación – por algunos instantes, note su cuerpo, como se sienten sus pies, piernas, columna, estomago, pulmones, brazos, cuello, cabeza, uno a uno, diríjale su atención y permítase sentir lo agradable, desagradable o neutro que hay en su cuerpo. Realice la actividad durante cinco minutos.

La resiliencia emocional no es innata, sino antes fomentada y desarrollada a lo largo de nuestra vida. Mindfulness es un camino para cultivar esta resiliencia emocional, permitiéndonos reconocer que instante tras instante, la vida esta presente y elegirla es nuestra decisión. 

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