jueves, 24 de julio de 2014

Enfocar y Emprender: ¿Cómo comenzar si no sé qué, ni cómo?

El deseo y acción de cambio y de emprender requiere, además de tener un sueño, contar con cualidades internas como foco y claridad para hacer el cambio de una buena idea a un emprendimiento.
La claridad y el enfoque son tan importantes como cuando vamos de viaje y no tenemos un destino concreto en mente. Si quieres emprender y desarrollar una idea de negocio necesitas definir hacia dónde ir, de lo contrario ¿cómo saber por dónde moverse y cuál  paso dar primero?
La atención plena (mindfulness), constituye básicamente una forma determinada de prestar atención. Se trata de mirar profundamente en el interior de uno mismo con la intención de hacerse preguntas y auto comprenderse. Esta es la razón por la que puede aprenderse y practicarse por cualquiera de nosotros.
De forma rutinaria y sin saberlo, desperdiciamos ingentes cantidades de energía y tiempo  al reaccionar de forma automática e inconsciente al mundo exterior y a nuestras propias experiencias interiores. Cultivar la atención plena quiere decir recoger y enfocar nuestras propias energías desperdiciadas y enfocarnos en cultivarlas de forma sistemática.
Una de las principales cualidades al cultivar la calma y la atención es el desarrollo de la capacidad de ver con claridad lo que hay que hacer y empezar actuar, haciendo una cosa cada vez y centrarse en una cosa cada vez. Esta claridad nos permite disponer de recursos internos necesarios para gestionar el día a día de nuestras vidas.
Si no sabes cómo comenzar y deseas cuidar de tu naturaleza humana y activar tu espíritu emprendedor, puedes iniciar a calmar el ruido de tu mente cada día, con una sencilla práctica: siéntate en una postura de respeto  y dignidad a tu persona y  centra tu atención en  tu respiración por unos minutos, sigue la respiración con atención y nota como el aire entra y sale de tu cuerpo, y mantente atento. A continuación, puedes empezar a preguntarte desde un espacio de serenidad y claridad, lo siguiente:
  • ¿Qué harías si supieras que no puedes fallar?  
  • ¿Dónde está la alegría para ti?  
  • ¿Qué te gustaba  hacer cuando eras niño(a)?
  • ¿Qué haces con naturalidad y la facilidad que otros encuentran difícil?
  • Si el dinero no fuera la razón, ¿qué harías?
Pregúntate a ti mismo esto a diario, las respuestas surgirán desde tu espacio personal.