viernes, 1 de marzo de 2013

El amor


El amor nos guía, nos nutre, nos mueve, nos alegra, nos entristece.
Al respirar y regalarnos una  profunda respiración y observar, tenemos la posibilidad de conectar con nosotros mismos, con nuestra persona, con quien somos y con nuestros sentimientos. Para conectarnos, en mi opinión  necesitamos detenernos, bajar el ritmo, respirar, detenernos (si de nuevo)  y respirar, observar y respirar…. Solo así podemos sentir la conexión con quien realmente somos y  con los otros, para  ello, según Elsa Punset dice en su obra Una mochila para el Universo …”para conectar  con los demás hacen falta tiempo y ganas”…
No siempre necesitamos del mismo amor, no siempre la intensidad es  la misma, lo que si es que el amor, el amor a nosotros mismos, el amor a los otros, nos despierta, nos llena de vida, nos moviliza, nos transforma y nos hace ser mejor de lo que a veces creemos que somos.
Y por ese amor, le decimos si a la vida,  decidimos y elegimos distintos  caminos, nos paramos en diversas estaciones, caminamos  ciertas rutas, otras las corremos, algunas no las vemos, otra  las dejamos pasar  y a veces tomamos algunos  atajos.. y así cada uno va transitando su propia geografía de experiencias y escribiendo su historia,  acerca de las  variadas formas de amar que conoce.
Si queremos cultivar esos momentos, pienso que aprender amar, es como cuando hacemos equipos en  un juego de mesa,  donde necesariamente  estas dispuesto a  participar, a negociar, a ceder, estar  abierto a ganar y perder, y donde  hay manuales de  reglas del juego, pero no hay guía  de aciertos y errores que predicen que pasara, porque  solo  confiando, sintiendo, participando, jugando, es que te vuelves el ganador en el juego del amor… y el resultado será siempre el mejor…