De forma rutinaria y sin
saberlo, desperdiciamos ingentes cantidades de energía al reaccionar de forma
automática e inconsciente al mundo exterior y a nuestras propias experiencias
interiores. Cultivar la atención plena quiere decir recoger y enfocar nuestras
propias energías desperdiciadas.
Por experiencia, puedo decir que la práctica de la meditación,
nos ayuda a calmar la mente, ver con claridad y de este espacio personal, permite
tomar la responsabilidad de nuestras decisiones y acciones de forma más adecuada
a la situación que vivimos.
Hay veces que los eventos
estresantes del pasado determinen el estrés y la ansiedad presentes; el
Mindfulness nos ayuda:
a)
A ver con más claridad nuestra experiencia y
a elegir una respuesta más adecuada.
b)
El Mindfulness nos enseña entre otras muchas
cosas como vamos a responder a situaciones estresantes, dado que la respuesta
más adecuada no consiste, en girar nuestra atención al lado opuesto de la
situación, sino en orientarlo hacia el problema.
c)
El mindfulness resulta, en este sentido, muy
valioso, porque nos ayuda a permanecer en contacto con esas preocupaciones y
nos enseña a operar con ellas para que no resulten tan paralizantes. Es
posible, vivir con el estrés de modo que no nos genere tanto sufrimiento y
tanto miedo. Y es que aunque no siempre podamos eliminar o controlar los
agentes estresantes, es que podemos enfrentarnos a ellos de manera diferente.
d)
La clave consiste en explorar atentamente lo
que puede estar determinando el modo en que nos enfrentamos a los retos que la
vida nos depara y diferenciar claramente lo que funciona de lo que no funciona.
Miriam
Guzmán
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