El amor nos guía, nos nutre, nos
mueve, nos alegra, nos entristece.
Al respirar y regalarnos una  profunda respiración y observar, tenemos la
posibilidad de conectar con nosotros mismos, con nuestra persona, con quien
somos y con nuestros sentimientos. Para conectarnos, en mi
opinión  necesitamos detenernos, bajar el
ritmo, respirar, detenernos (si de nuevo)  y respirar, observar y respirar…. Solo así
podemos sentir la conexión con quien realmente somos y  con los otros, para  ello, según Elsa Punset dice en su obra Una
mochila para el Universo …”para conectar 
con los demás hacen falta tiempo y ganas”…
No siempre necesitamos del mismo
amor, no siempre la intensidad es  la
misma, lo que si es que el amor, el amor a nosotros mismos, el amor a los
otros, nos despierta, nos llena de vida, nos moviliza, nos transforma y nos
hace ser mejor de lo que a veces creemos que somos. 
Y por ese amor, le decimos si a
la vida,  decidimos y elegimos distintos  caminos, nos paramos en diversas estaciones, caminamos
 ciertas rutas, otras las corremos,
algunas no las vemos, otra  las dejamos
pasar  y a veces tomamos algunos  atajos.. y así cada uno va transitando su
propia geografía de experiencias y escribiendo su historia,  acerca de las  variadas formas de amar que conoce.
Si queremos cultivar esos
momentos, pienso que aprender amar, es como cuando hacemos equipos en  un
juego de mesa,  donde necesariamente  estas dispuesto a  participar, a negociar, a ceder, estar  abierto a ganar y perder, y donde  hay manuales de  reglas del juego, pero no hay guía  de aciertos y errores que predicen que pasara,
porque  solo  confiando, sintiendo, participando, jugando,
es que te vuelves el ganador en el juego del amor… y el resultado será siempre
el mejor… 
Gracias amiga maravillo símil con el Juego de mesa. TQM. Yoly
ResponderEliminargracias Yoly!!
ResponderEliminar