Para dirigir la propia vida,  darle un sentido, un
propósito, tenemos la oportunidad de hacerlo  cada día, cada instante, en
el momento que decidimos amar lo que somos, 
lo que hacemos utilizando  nuestro
potencial creativo. 
El  potencial creativo,  son aquellas cualidades que son
propias de la persona, con las que somos felices y le damos al mundo razones de
felicidad, es todo aquello que haces  natural y espontáneamente,  es  lo
que te ilumina los ojos de solo pensarlo y al hacerlo el tiempo no transcurre,
no pasa, al elegir desarrollarlo,  la vida se llena, se nutre, se
desarrolla.
Al desarrollar el  potencial creativo, con amor y pasión,
tenemos la oportunidad de vivir en el momento presente  con intensidad y
felicidad, presencia total, y a su vez  le damos al mundo razones de
felicidad, como decía Confucio, si algo te encanta, si algo te apasiona y
encima se te da bien nunca vuelves a trabajar, porque vives la vida que te
corresponde vivir. Te conviertes en tu yo más auténtico.
Según Ken Robinson,  define  los dones en la  fuerza y la pasión
producto de  la creatividad, que no es más que poner a
trabajar la imaginación que  todos los
humanos tenemos  y
es  el elemento que  le da propósito a la vida
humana. 
En este contexto, considero importante preguntarnos a nosotros
mismos, que vida estoy viviendo y cual deseo vivir, si estoy feliz con mi
experiencia actual o lo estoy posponiendo, si mi potencial creativo y mi
elemento lo estoy desarrollando o lo he dejado olvidado, porque es primordial
incluir en nuestra vida la  felicidad y  ser lo más autentico que
podamos en este momento y no dejarlo para después, cuando notemos que la muerte
está cerca ,  para que pensemos en que decisiones, acciones, oportunidades
he tomado, cuales he dejado pasar; cuales sueños convertí en realidad y cuales postergue,
porque tal  vez mañana, tendrías  más tiempo,  más ganas, mas inspiración, olvidando que es
el ahora, este momento es lo único real y verdadero para empezar.
La práctica de mindfulness
es una opción que nos permite dirigir nuestro elemento y potencial  en la dirección que elegimos, porque nos
permite  desarrollar y fortalecer la
concentración y el  foco para emprender
con todo  nuestro potencial, a través de
ejercicios basados   en la atención a la
respiración, al cuerpo y a los sentidos, acercándonos a  nosotros mismos y a la posibilidad de elegir
desde la congruencia que requerimos.
Miriam Guzman M